Desde la primera Evangelización, a orillas del lago Titicaca, en Copacabana, hoy Bolivia, ya existía la imagen de la Virgen de la Candelaria. En Apurímac, existen dos réplicas de esa imagen sagrada: la primera, desde 1598, traída por Sebastián Martín Astohuaraca, el Quimichu, en Cocharcas, provincia de Chincheros; la segunda, desde 1617, en Caype, Lambrama, provincia de Abancay, traída por Clemente (o Santos Martín).Se cuenta que pocos años despuésde Cocharcas, un nativo llamado Clemente consiguió una réplica de la Virgen de Copacabana y la cargó, pensando llegar hasta Huancayo. Sin embargo, tras agobiantes meses de peregrinación, en las proximidades de Lambrama, camino del Cusco a Ayacucho, la Virgen le habló en quechua: «Caype» (aquí), pidiéndole que le edificara su templo ese lugar. (Cf. Marcelo Arduz Ruiz, La Virgen de Copacabana en la provincia de Abancay, en “El Diario”, La Paz, 5/10/1997)
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También existe otra tradición oral, recopilada en abril de 1940, por Lyon Vast Ydas en el diario “La Patria”, donde explica por qué el pueblo de Caype, del distrito de Lambrama, fuera escogido por la Virgen para su santuario. (Cf. Viladegut Ferrufino, Alma y Rostro de Abancay, Abancay 1997, pág. 366-369).
Cuenta otro relato que, en 1583, el artista Francisco Tito Yupanqui ya tenía esculpida una imagen de María Santísima, apodada como Bella Ñusta o Virgen India, que atraía a muchísimos devotos.
Entre tanta gente fervorosa, acudieron tres personajes enfermos: Santos Martín, que padecía de conjuntivitis aguda; Sebastián Martín y Santiago Marín que sufrían de llagas incurables en el antebrazo y en la pierna, respectivamente.
Los tres hombres fueron visitados por la Santa Madre y recibieron el milagro de la sanación. Muy felices por estas gracias, cada uno de ellos prometió llevarse una réplica de la Virgen a su respectivo pueblo.
Por otro lado, el conde Juan N. Saldívar, dueño de la hacienda de Sawinto y de la extensión de Caype, viajaba cada año a Copacabana para honrar a la Virgen. Allá se enteró de los deseos de Sebastián Martín y se ofreció en pagar los gastos que requería esa promesa: vestidos,adornos, alhajas y el cajón para cargarla cómodamente.
Después de meses de viaje, transportando a su Mamacha, Martín pasaba por el actual Caype, pero no pudo caminar más. Descansó en aquella esplanada desértica y pidió a María que le diera de beber al menos unas gotas de agua. Como respuesta, el Niño se bajó de los brazos de su Madre y tocó el cerro rocoso con sus pequeños dedos. Obrando así un gran milagro: Del cerro manó abundante agua. Aquella fuente se conoce hoy como “Niño Puqyo”.
Y sucedió otro hecho portentoso, pues cuando Martín quiso cargar el cajón para continuar su viaje hacia Wayrapampa, de donde era, no pudo levantarla y oyó una voz en su interior: “Martín, kaypi qepasun” (quedémonos aquí, Martín). Esta sería la explicación del nombre deCaype. Era el año 1617.
Aquella noticia atrajo a mucha gente a Caype. Los devotos acudían a orar y pedir favores a la Madre de Dios. Por esta razón, promovidos por el conde Saldívar, construyeron un templo dedicado a la Señora. Con el correr de los años, entre los hacendados del lugar y muchos miles de devotos edificaron aquel hermoso santuario. Así surgió un poblado en el lugar.
Para llegar a Caype, se viaja por la ruta de Lambrama. Desde Suncho, se sube por una carretera serpenteante. Cuando el visitante llega a Caype, encuentra un bellísimo santuario de cal y canto, con dos puertas en arco. La primera, frente a la plaza; la segunda y más importante, con tres arcos encabalgados sobre el arco mayor, a manera de espadaña; mientras la torre del campanario reluces sus cornisas de ladrillo rojo, contrastando bellamente con las paredes de piedra.
El altar mayor está ricamente tallado y dorado. En él destaca la imagen de la Virgen, regia y maternal.
Tristemente, las obras de arte y los tesoros delSantuario fueron robados repetidas veces, pero aun así resplandecen sus retablos y el púlpito de estupenda factura.
Después de años de arduo trabajo e invirtiendo más de cinco millones de soles, el Ministerio de Cultura, mediante la Oficina Desconcentrada de Cultura del Cusco, ha concluido la obra de restauración, poniendo en valor el monumento histórico y artístico de Caype. La entrega de esta obra se efectuará este 2 de julio de 2021, a las 10:00 de la mañana.
Devotos, hermandad, autoridades, personal y trabajadores delMinisterio de Cultura; asimismo, el P. Eliseo Carrasco Orihuela, gran promotor de la Virgen de Caype y don Hilario Saldívar Taype, actual Alcalde de Lambrama, y todos cuantos pusieronesfuerzos y desvelos, reciban la bendición de la Madre del Cielo.