Las primeras semanas de agosto se realizó la formación permanente del clero diocesano de Abancay. La inauguración fue precedida por Mons. Gilber Gómez, quien llamó a “reavivar el don de la gracia, la gracia de la ordenación para profundizar y reavivar nuestra identidad mediante la formación, sobre todo intelectual. Toda institución que quiere ser competitiva, forma a su gente. Todo profesional se forma continuamente para servir mejor.