¡SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR! (LC 11,1)
PLAN PASTORAL 2024
DIÓCESIS DE ABANCAY
2024: AÑO DE LA ORACIÓN
A los sacerdotes, personas consagradas y a todo el Pueblo fiel.
El Papa Francisco ha convocado el Año de la Oración, este 2024, como preparación a Santo del año 2025. Lo hizo el 21 de enero del presente año.
Los años santos o jubileos son un tiempo de conversión, de pedir misericordia y obtener el perdón de los pecados.
“Los próximos meses nos conducirán a la apertura de la Puerta Santa, con la que comenzaremos el Jubileo. Les pido que intensifiquen la oración para prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia y experimentar la fuerza de la esperanza de Dios. Por eso comenzamos hoy el Año de la oración, un año dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y en el mundo”.(Papa Francisco)
LA SAGRADA ESCRITURA, FUENTE DE ORACIÓN.
Los libros del Antiguo y Nuevo Testamento son la primera y principal fuente de oración. Nos dan a conocer lo que es la oración. La Historia de la Salvación es la historia de la relación de Dios con el hombre, que provoca la relación del hombre con Dios. Desde Adán hasta el fin de los tiempos, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, todos los libros están transidos de oración: alabanzas por la obra de la Creación, sacrificios y ofrendas que reconocen la sabiduría de Dios y que imploran su favor… Dios se comunica con el hombre y el hombre se comunica con Dios.
Dios se hace amigo del hombre. Adán pasea con Dios por el jardín del Edén y pone nombre a los animales.
Abrahán, a quien Dios elige, recibe la promesa de ser padre de un pueblo numeroso que vendrá a ser el Pueblo de Dios. Es amigo de Dios y hasta regatea con Él e intercede por Sodoma y Gomorra.
Moisés, elegido para liberar al pueblo de la esclavitud de Egipto, habla con Dios “cara a cara”, intercede constantemente por el pueblo, que murmura contra Dios y que se vuelve a los ídolos.
El Rey David, escogido por Dios para pastorear a su pueblo, también intercede por él y figura como autor del Salterio, expresión maravillosa de
la oración: alabanzas, acciones de gracias, súplicas, arrepentimiento, petición de protección.
«Si bien es verdad que todas las partes de la Escritura, tanto del antiguo como del nuevo Testamento, están inspiradas por Dios y son útiles para instruir, según está escrito, sin embargo, el libro de los salmos, como el paraíso en el que se hallan los frutos de todos los demás lib ros sagrados,” (San Atanasio)
Los profetas reciben los mensajes de Dios para su pueblo y están en
contacto continuo con él, y, atentos a su palabra, mantienen el alto la
atención a sus promesas…
JESÚS ORA Y ENSEÑA A ORAR. CARACTERÍSTICAS DE LA ORACIÓN
El Catecismo afirma: «Con su oración, Jesús nos enseña a orar» (n. 2607) Jesús recurre constantemente a la fuerza de la oración: se retira a lugares
apartados a rezar o acude al templo y eleva el corazón en medio de la muchedumbre o reunido con los Apóstoles. Y, de manera especial, al consumar la redención: su oración desgarrada y filial en el huerto de los olivos o en la Cruz, aceptando la voluntad del Padre y pidiendo perdón para los que le crucifican y entregando su alma a Dios.
También en los momentos en que lo buscaba la muchedumbre o le traían sus enfermos, Jesús no descuidaba nunca su diálogo íntimo con el Padre, y vivía la comunión con el Padre y el Espíritu.
“La oración es su secreto. La oración es el timón que guía la ruta de Jesús. Las etapas de su misión no son dictadas por los éxitos, ni el consenso, ni esa frase seductora “todos te buscan”. …”El obedece a la inspiración del Padre, que Jesús escucha y acoge en su oración solitaria” (Papa Francisco).
A los Apóstoles les enamoraba la figura orante de Jesús en esos momentos en que se apartaba de ellos para orar. Y, al encontrarlo, le reclaman: “Todos te buscan” y también: “Enséñanos a orar”. En esa ocasión les enseña el Padrenuestro, el modelo de toda oración. Y en otros muchos momentos les explica las características de la oración:
Orar con sencillez: “Cuando recen, no sean como los publicanos, que usan muchas palabras” (Mt 6,5-8)
Orar con recogimiento: “Tú, cuando vayas a orar, entra en tu secreto (Mt
6,6)
Orar sin odio en el corazón: “Recen por los que le persiguen y calumnian” (Mt 5,44-45). “Cuando vayas a poner tu ofrenda, si te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, vete primero a reconciliarte con tu hermano y ven luego a poner tu ofrenda” (Mt 5,23-24)
Orar con fe y confianza: “Crean que ya lo han recibido” (Mc 11,24). Como la oración del leproso: “Señor, si quieres, puedes limpiarme” (Mt 8,2)
Orar con perseverancia. “Pidan y recibirán, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá” (Mt 7,7-12) Y pone los ejemplos de la viuda que pide justicia al juez perverso (Lc 18, 1-8), del amigo que despierta a otro para pedir unos panes (Lc 11, 5-13).
Orar con humildad: Lo vemos en la parábola del fariseo y el publicano (Lc
18, 9-14), del centurión que pide la curación de su siervo: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa…” (Mt 8,5-11), de la mujer cananea que pide la curación de su hija, como “también los perritos comen de lo que cae de
la mesa de los hijos” (Mt 15,27-28).
“Revístanse todos de humildad en el trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes” (1Pe 5,5). Humildad está en reconocernos pecadores, que no merecemos nada, que somos débiles. Pero el Espíritu santo, el “Padre de los pobres” da su gracia y sus dones a los humildes.
Oración con confianza de hijos: “Vuestro Padre celestial dará cosas buenas a los que le piden” ( Mt 7,11)Dispuestos a hacer la voluntad de Dios; “No todo el que dice Señor, Señor, sino el que cumple la voluntad del Padre que está en los cielos” (Mt 7, 21-23).
El Señor reveló a Santa Faustina Kowalska: “ Las gracias de mi misericordia se obtienen con la ayuda de un único medio, que es la confianza. Cuanto mayor es la confianza. Más recibe el alma. Las almas de una confianza ilimitada me dan una inmensa alegría, pues vierto en ellas el) tesoro entero de mis gracias” (Diario Pequeño,n.1578, cit, por Jacques Philippe
Será una buena ocasión este Año Santo para ir a la cuarta parte del
Catecismo de la Iglesia: LA ORACIÓN CRISTIANA
En el Catecismo encontraremos la explicación de las formas de oración: la
Bendición y la Adoración, la Oración de Intercesión, de Acción de gracias,
de Alabanza, Asimismo trata de la Oración vocal (de manera excelente, la Oración litúrgica y las prácticas de piedad, como el Rosario, el Viacrucis y otras), y de la oración mental (la meditación y la contemplación).
Nos enseña a tratar a la Trinidad Beatísima y a cada una de las tres personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, el gran motor e inspirador de nuestra oración. A orar en comunión con María, gran maestra de oración, como lo apreciamos en su canto del Magníficat o en su sencilla oración en las bodas de Caná, exponiendo una necesidad de aquellos jóvenes esposos: “No tienen vino”, o, después, en medio de los Apóstoles, en la espera de Pentecostés.
Nos recuerda el Catecismo que en la Palabra de Dios y en la Liturgia de la Iglesia, en la vida y escritos de los santos encontramos alimento para nuestra oración. También nos habla de los lugares: el templo (”Mi casa es casa de oración”, dijo el Señor, y ante el Sagrario, especialmente para la oración personal (en el templo o capillas de adoración). También son especiales lugares de oración los santuarios. La familia, que es la pequeña iglesia, es un espacio también para la oración: el oratorio familiar, el comedor para bendecir y agradecer las comidas, el dormitorio, para las primeras oraciones del día y las últimas. Y como hemos de encontrar al Señor, que habita en nuestra alma en gracia, dondequiera que estemos podemos y debemos orar. “Es necesario orar siempre y no desfallecer” (Lc
18,1). Naturalmente, se puede orar sin ruido de palabras, desde el fondo
del corazón, dejándose mirar por “Aquel que sabemos que nos ama”. Hay oraciones que nos ocupan más tiempo y pequeñas jaculatorias, es decir, palabras sacadas de la Sagrada Escritura (como de algún salmo o del
Evangelio) o de la Liturgia o, simplemente, de nuestra inventiva personal.
También el Catecismo de la Iglesia dedica el último capítulo a explicar detenidamente la oración que Cristo nos enseñó: el Padrenuestro.
Es buena ocasión este Año de la Oración para que lo expliquemos poco a poco, como lo hizo San Agustín, Santa Teresa de Jesús y otros santos y doctores.
La frase “El combate de la oración” es uno de los titulares que usa el Catecismo, consciente de que aparecen tentaciones para dejarla, porque sólo se valora lo material y se puede considerar una pérdida de tiempo. Es falta de fe. Aparecen con frecuencia distracciones, con las que hay que contar y tratar de reconducirlas, y otras dificultades…
Otro titular es VIDA DE ORACIÓN, porque no se trata sólo de unos actos de piedad aislados o que corren paralelos al curso ordinario de nuestra vida, sin influir en ella ni cambiarla desde dentro. La oración es como la respiración del cristiano. Es preciso orar en todo momento. Para que esto sea posible la tradición de la Iglesia establece unos momentos, fundamentales: tiempos litúrgicos, domingos y fiestas, horas del día (como al levantarnos, el ofrecimiento de obras o los Laudes; antes de tomar alimento, antes de acostarnos, un examen de conciencia, al salir de casa o comenzar un trabajo. Si se cuida orar en estos momentos, se hace posible vivir la presencia de Dios y la contemplación durante toda la jornada…
EL ARTE DE ORAR Y LAS ESCUELAS DE ORACIÓN
San Juan Pablo II en la carta Novo Milennio Ineunte, el año jubilar 2000, escribió:
“Es necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la
oración….oración personal y comunitaria más intensa. Pero sabemos bien
que rezar tampoco es algo que pueda darse por supuesto. Es preciso
aprender a orar, como aprendiendo de nuevo este arte de los labios mismos del divino Maestro, como los primeros discípulos: « Señor, enséñanos a orar
» (Lc 11,1).
“La educación en la oración se convierta de alguna manera en un punto determinante de toda programación pastoral”.
(Primero la oración litúrgica: la Eucaristía, pero también laudes, vísperas es una forma de consagrar a Dios nuestro día).
“Es una condición para toda vida pastoral auténtica… , viviéndola plenamente ante todo en la liturgia, cumbre y fuente de la vida eclesial, pero también de la experiencia personal, es el secreto de un cristianismo realmente vital, que no tiene motivos para temer el futuro, porque vuelve continuamente a las fuentes y se regenera en ellas”.(NMI, 30),
Por eso animaba a que toda parroquia, toda comunidad y todo grupo
apostólico fueran escuelas de oración, como, de alguna manera, también lo
debe ser el hogar cristiano.
CRISTIANOS CON RIESGO
Cristianos con riesgo es otra frase de San Juan Pablo II, refiriéndose al cristiano que no ora.
Sobre ello abunda el Papa Francisco:
“Un día vivido sin oración corre el riesgo de transformarse en una experiencia molesta, o aburrida: todo lo que nos sucede podría convertirse para nosotros en un destino mal soportado y ciego. …La oración es sobre todo escucha y encuentro con Dios. Los problemas de todos los días, entonces, no se convierten en obstáculos, sino en llamamientos de Dios mismo a escuchar y encontrar a quien está de frente. Las pruebas de la vida cambian así en ocasiones para crecer en la fe y en la caridad. El camino cotidiano, incluidas las fatigas, adquiere la perspectiva de una “vocación”.
“La oración tiene el poder de transformar en bien lo que en la vida de otro modo sería una condena; la oración tiene el poder de abrir un horizonte grande a la mente y de agrandar el corazón.
“En segundo lugar, la oración es un arte para practicar con insistencia. Jesús mismo nos dice: llamad, llamad, llamad. Todos somos capaces de oraciones episódicas, que nacen de la emoción de un momento; pero Jesús nos educa en otro tipo de oración: la que conoce una disciplina, un ejercicio y se asume dentro de una regla de vida. Una oración perseverante produce una transformación progresiva, hace fuertes en los períodos de tribulación, dona la gracia de ser sostenidos por Aquel que nos ama y nos protege siempre”.
“Toda persona necesita de un espacio para sí misma, donde cultivar la propia vida interior, donde las acciones encuentran un sentido. Sin vida interior nos convertimos en superficiales, inquietos, ansiosos - ¡qué mal nos hace la ansiedad! Por esto tenemos que ir a la oración; sin vida interior huimos de la realidad, y también huimos de nosotros mismos, somos hombres y mujeres siempre en fuga”.
“Y la oración de Jesús es abandonarse en las manos del Padre, como Jesús en el huerto de los olivos, en esa angustia: “Padre si es posible…, pero que se haga tu voluntad”. El abandono en las manos del Padre. Es bonito cuando nosotros estamos inquietos, un poco preocupados y el Espíritu Santo nos transforma desde dentro y nos lleva a este abandono en las manos del Padre: “Padre, que se haga tu voluntad”. (Papa Francisco)
Redescubramos, en el Evangelio, Jesucristo como maestro de oración, y sigamos su ejemplo. Os aseguro que encontraremos la alegría y la paz.
El cristiano, como María, es un peregrino de esperanza. Será el lema del
Jubileo de 2025: “Peregrinos de esperanza”, tal como quiso el Santo Padre.
«No se trata de un Año con iniciativas particulares; más bien, de un momento privilegiado para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda», (Monseñor Fisichela, Prefecto papa el Dicasterio de la Evangelización)
SACERDOTES Y PERSONAS CONSAGRADAS
“No podemos vivir el ministerio con alegría sin vivir momentos de oración personal, cara a cara con el Señor, hablando, conversando con Él acerca de lo que estoy viviendo…” (Papa Francisco al Clero de Roma. 15 febr, 2018)
Es frecuente que sacerdote y religiosos tengamos oratorio y sagrario en nuestras residencias o conventos. Pero también es bueno que oremos en los templos donde se reúne la gente. No rezamos para que nos vea la gente, pero “que vean vuestras buenas obras y den gloria vuestro Padre que está en los cielos” (Mt 5, 14-16) Que nunca nos vean como “funcionarios” que vienen a realizar su trabajo y que entra y sale sin detenerse a prepararse un poco ante el Sagrario.
Los fieles que han recibido el don de la vocación a una vida de especial consagración están llamados de manera particular a la oración: por su naturaleza, la consagración les hace más disponibles para la experiencia contemplativa, y es importante que ellos la cultiven con generosa dedicación.
Y LOS FIELES LAICOS
“Se equivoca quien piense que el común de los cristianos se puede conformar con una oración superficial, incapaz de llenar su vida. El mundo de hoy pone a prueba la fe. No sólo serían cristianos mediocres, sino
«cristianos con riesgo», correrían el riesgo de que su fe se debilitara
progresivamente” (San Juan Pablo II)
(Riesgo de caer en pecado, en las sectas y supersticiones o ateísmo práctico)
DOS MANDATOS DEL SEÑOR
1) LA UNIDAD: “Que sean uno como Tú, Padre, y yo somos uno, para que el mundo crea que Tú me has enviado” (Jn 17,21-23)
Es necesario orar por la unidad de todos los fieles y, especialmente, de los pastores. No olvidemos que la SINODALIDAD –la segunda parte del Sínodo será este año en octubre- se expresa, en primer lugar, en la COMUNIÓN. En segundo lugar, en la PARTICIPACIÓN, para lo cual es preciso estar unidos y no aislarse ni ser individualistas. Y, en tercer lugar, en la MISIÓN. Pero no podríamos hacer misión sin participar y sin ir todos unidos, en la misma dirección que el santo Padre y la Iglesia – a través también del Obispo- nos señalan.
2) LAS VOCACIONES: “Rueguen al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Lc 10,1-9). Sigue siendo una asignatura pendiente que los sacerdotes sepamos encontrar relevos y continuadores de nuestra misión. Y todos, religiosos y religiosas y fieles laicos están igualmente obligados a participar en este empeño de fomentar vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada.
Con mi bendición
+Gilberto Gómez González
Obispo de Abancay
AÑO DE PEREGRINAJE EN ORACIÓN HACIA EL JUBILEO
2025
El Papa Francisco dirigió este 11 de febrero una carta al presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, donde pidió que el tiempo precedente al Jubileo del
2025 sea "un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia".
La oración como preparación
En su carta, el Santo Padre animó a prepararnos para el próximo Jubileo mediante la oración para "recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo".
El Papa invita a los fieles a unirse en una oración que permita dirigirnos "al único Dios, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón. Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción".
De este modo, el Santo Padre pidió que el año precedente al Jubileo sea
"un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del "Padre Nuestro", la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos".
¿Qué es el Jubileo 2025?
Es un tiempo en el que se experimenta que la santidad de Dios nos transforma. El Jubileo es un gran acontecimiento durante el cual todo peregrino puede sumergirse en la infinita misericordia de Dios. Este año estamos llamados a ser Peregrinos de la Esperanza.
De hecho, el Jubileo del año 2025 en Roma es un evento histórico que la Iglesia Católica pone al servicio de la esperanza, y por el cual millones de peregrinos llegarán a la ciudad eterna, de manera presencial y también a través de sus oraciones.
El Jubileo del 2025 será ordinario, pues la Iglesia contempla que este evento se realice cada 25 años; desde 1300, la Iglesia ha decidido celebrar jubileos por la Encarnación cada 25 años, de modo que cada generación pueda tener uno.
Palabras del Papa Francisco
... me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran “sinfonía” de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo.
Tras el año dedicado a la reflexión sobre los documentos y al estudio de los frutos del Concilio Vaticano II, el 2024 será el Año de la Oración, siguiendo la propuesta del Papa Francisco. En el marco de la preparación del Jubileo, se invita a las diócesis a promover la centralidad en la oración individual y comunitaria. Para ello, se podrían proponer “peregrinaciones de oración” hacia el Año Santo, caminos de escuela de oración con etapas mensuales o semanales, presididas por los Obispos, en las que se implica a todo el Pueblo de Dios. Además, para vivir mejor este año, el Dicasterio para la Evangelización.
Temas de “Apuntes sobre la oración”:
1. “EL COMBATE DE LA ORACIÓN”
2. ORAR CON LOS SALMOS
3. LA ORACIÓN DE JESÚS
4. JESÚS ENSEÑA A ORAR
5. LAS PARÁBOLAS DE LA ORACIÓN
6. LA IGLESIA EN ORACIÓN
7. LA ORACIÓN DE MARÍA Y DE LOS SANTOS
8. LA ORACIÓN QUE JESÚS NOS ENSEÑÓ: PADRENUESTRO
PLAN DE PASTORAL DIOCESANO
El plan Pastoral Diocesano del 2024 de la Diócesis quiere concretar el deseo del Papa Francisco.
Una Iglesia que enciende la Esperanza con la Oración
Este año, el Papa Francisco invita a todos los cristianos, a promover la oración individual y comunitaria, dedicando especialmente el año 2024 a la oración.
Hemos creado este Plan Diocesano para proponer diferentes momentos de oración durante todo el año, a través de los cuales se presentarán diversos recursos espirituales, para fomentar la oración,
de manera que se ponga en el centro la relación profunda con el Señor, a través de las múltiples formas de oración contempladas en la rica tradición católica, a lo largo del año.
Todo esto desarrollará en el marco de la preparación hacia el Jubileo 2025, con el lema Peregrinos de la Esperanza.
ILUMINACIÓN BIBLICA: “Acudían asiduamente a la enseñanza de los
apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones”. (Hechos
2,42)
LEMA: ¡Señor, enséñanos a orar! (Lc 11,1)
Objetivo General:
OBJETIVOS
Motivar, incentivar, y promover la centralidad de la oración individual y comunitaria, comprometiendo a cada miembro a practicar una Oración profunda, considerando a Jesús como su gran modelo, quien ordena: "…orad los unos por los otros”. (Santiago 5,16)
Objetivos específicos:
1. Poner todos los medios para que nuestras parroquias y comunidades sean ESCUELAS DE ORACIÓN, comenzando por la formación de los catequistas, acólitos, ministerio de Liturgia y canto y los diversos grupos parroquiales y apostólicos.
2. La Eucaristía es el centro y raíz de la vida espiritual de los fieles. Dar
continuidad a los compromisos del pasado Congreso Eucarístico
Mariano de Cocharcas 2023.
NUESTROS COMPROMISOS FUERON LOS SIGUIENTES:
a) Urge resaltar la importancia de la Eucaristía dominical (para responder al descuido de la Misa dominical);
NOS COMPROMETEMOS A CUMPLIR EL PRECEPTO DOMINICAL PARA ALIMENTAR NUESTRA VIDA CRISTIANA Y LANZARNOS A LA MISIÓN.
b) Resaltar la fiesta y la procesión del Corpus Christi (para manifestar nuestra fe).
NOS COMPROMETEMOS A CELEBRAR CON FE VIVA Y MAYOR PARTICIPACIÓN ESTA FIESTA EUCARÍSTICA.
c) Revalorar la adoración eucarística en todas sus formas, incluida la Adoración Nocturna (para responder al abandono del culto eucarístico)
NOS COMPROMETEMOS A CUIDAR Y AMAR LA PRESENCIA REAL DE CRISTO EN NUESTROS SAGRARIOS Y CONTINUAR PROMOVIENDO LAS DIVERSAS FORMAS DE ADORACIÓN AL SANTÍSIMO.
d) Buscar la Comunión frecuente y digna, acompañada del sacramento de la Reconciliación.
NOS COMPROMETEMOS A ORGANIZAR EN NUESTRAS PARROQUIAS LAS COMISIONES DE LITURGIA PARA QUE NOS AYUDEN A CELEBRAR DIGNAMENTE LA SANTA MISA.
3. En consonancia con el deseo del Santo Padre y de toda la
Iglesia –en este año del Sínodo de la Sinodalidad
NOS COMPROMETEMOS A TRABAJAR POR LA COMUNIÓN, PARTICIPACIÓN Y MISIÓN EN NUESTRA DIÓCESIS, Y LA PASTORAL DE CONJUNTO Y COLABORACIÓN MUTUA.
Fue también un compromiso del pasado Congreso de Cocharcas, y hemos de buscar a todos los niveles acciones concretas:
a) Esfuerzo por vivir la comunión y fraternidad sacerdotal a todos los niveles: diocesano, zonal y parroquial, según establece el decreto conciliar Presbyterorum Ordinis, n.8 , y es ampliamente desarrollado en las cartas pastorales de los Papas, como resume el Directorio para la Vida y Ministerio de los Presbíteros (Cap I, 1.5)
b) Vivir una verdadera caridad pastoral, que manifiesta la caridad de Cristo, que se compadece de la muchedumbre y vino a servir, que deriva de la vida eucarística y da unidad a todas las actividades pastorales ha de llevar a los hombres a la vida de la Gracia.
c) Vivir la cercanía a los alejados, a los que sufren, a los niños, a los que pasan dificultades, a los marginados y a los pobres- Llevarles la salida a las periferias existenciales y geográficas.
d) Evitar el funcionalismo. Los pastores no ejercen sólo un trabajo, una profesión. Nuestro servicio es con pasión, con sentido de vocación y de misión Los pastores hemos de “evangelizar con espíritu” (Papa
Francisco, EVANGELII GAUDIUM”, cap 5)
e) Invitar a los fieles a participar en la vida litúrgica y en el apostolado.
La mayor parte lo ejercerán en su familia, en su ámbito de trabajo y en sus relaciones sociales. Unos pocos colaboran voluntariamente en los apostolados que organizan los sacerdotes (catequistas, grupos parroquiales…) Todos se han formar en la oración y en la vida apostólica.
f) Activar los Consejos Pastorales de la Parroquia y el Consejo de
Economía (este es obligatorio) y saber escuchar las sugerencias de sus miembros, como la de todos los fieles.
4. Renovar nuestro compromiso de unidad para trabajar por las vocaciones a la Vida sacerdotal y vida consagrada.
NOS COMPROMETEMOS -COMO IGLESIA DIOCESANA- A ORAR Y PROMOVER LAS VOCACIONES.
a) El seminario es el corazón de la diócesis. Estar en continuo contacto con los formadores y conocer la vida del seminario-
b) Mantener también contacto con el Delegado para las
Vocaciones,
c) Conocer especialmente a la familia de los seminaristas y cuidar su formación espiritual.
d) Cuidar especialmente a los seminaristas durante las
vacaciones.
5. Difundir la devoción a la Santísima Virgen María a ejemplo de Sebastián el “Quimichi”.
NOS COMPROMETEMOS A PROMOVER Y CUIDAR LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN MARÍA ORIENTÁNDO CORRECTAMENTE LA RELIGIOSIDAD POPULAR.
POSIBLES ACTIVIDADES:
La Misión de la Iglesia de la Iglesia se fundamenta y se realiza a través de la oración. Para ello es conveniente organizar:
- Vigilias de Oración presidida por el Obispo y los sacerdotes para todo el pueblo de Dios
- fomentar más los espacios y el tiempo de adoración del Santísimo Sacramento y también los retiros espirituales para jóvenes y mayores.
- Peregrinaciones de Oración a un Santuario
- Escuelas de oración para enseñar múltiples formas de oración empezando por todos los grupos parroquiales y apostólicos.
- Práctica de Lectio Divina
- La Liturgia de las Horas: Oración con los Salmos, etc
CRONOGRAMA DE VIGILIAS DE ORACIÓN CON EL SANTISIMO EN LAS ZONAS PASTORALES
- Zona Pastoral de Abancay
- Zona Pastoral de Andahuaylas
- Zona Pastoral de Chincheros
Concretar las posibles fechas:
- Durante la Cuaresma
- Para la preparación de Corpus Christi
- En la fiesta de la Virgen de Cocharcas
- Día de Todos los Santos y Fieles Difuntos
- Durante el Adviento,etc.
INTENCIONES DE ORACIÓN PARA CADA MES ENERO: Orar por la unidad de los cristianos FEBRERO: Ayuno y oración por las vocaciones MARZO: Orar por los estudiantes
ABRIL: Ayuno y oración por la conversión de los pecadores
MAYO: Ayuno y oración por las madres del Perú
JUNIO: Ayuno y oración por el Papa
JULIO: Ayuno y oración por autoridades del Perú
AGOSTO: Ayuno y oración por los enfermos
SETIEMBRE: Ayuno y oración por la Diócesis de Abancay OCTUBRE: Ayuno y oración por las misiones NOVIEMBRE: Ayuno y oración por los difuntos DICIEMBRE: Ayuno y oración por las familias
EQUIPO DIOCESANO DEL AÑO DE LA ORACIÓN
Equipo Diocesano: VICARIO DE PASTORAL y miembros del CONSEJO DE PASTORAL
Equipo Parroquial: Cada parroquia, según sus posibilidades, crea su propio equipo, su Consejo de Pastoral
UNA SUGERENCIA
Establecer en las parroquias un grupo de MINISTERIO DE ORACIÓN DE INTERCESIÓN (MOI) que se puede reunir, por ejemplo, todos los sábados
2. Promover que el MOI, se realice en 3 niveles: en el templo; en la familia y a nivel personal.
3. Difundir el MOI como uno de los medios de evangelización para llevar las personas a un encuentro personal con Cristo.
ACTIVIDADES del MINISTERIO DE ORACIÓN:
1. Establecer una red de oración intercesora por las necesidades de la
Diócesis y de la Iglesia universal.
- Convocar a los líderes a que manifiesten una o más necesidades:
sanidad, trabajo, familia, etc.
Lo reunión de líderes puede ser mensual y se pueden unir de forma voluntaria los fieles de la parroquia.
2. . Establecer tiempo de oración diaria con los miembros de MOI:
- Los líderes de cada grupo establecer el tiempo y horario de su oración personal ante el Santísimo Sacramento.
- También en lo posible rezarán el Santo Rosario
3. Crear materiales de subsidio para ser utilizadas por los grupos: Un folleto guía y otra de formación en el tema de la oración
Oración de papa Francisco para el Jubileo 2025
Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino. Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria. La gracia del Jubileo reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor. A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos. Amén.
VI. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
TEXTO BASE: Catecismo de la Iglesia Católica, 2558-2758.
Lecturas recomendadas:
— Congregación para la Doctrina de la Fe, La meditación cristiana. Carta
«Orationis Formas». Introducción y comentarios, 15-X-1989.
— Catequesis del Papa Benedicto XVI sobre la oración. Son los textos de las catequesis que el Papa Benedicto XVI impartió en las audiencias generales de los miércoles, desde mayo de 2011 a octubre de 2012.
— Catequesis del Papa Francisco sobre el Padrenuestro. Son los textos de las catequesis que el Papa Francisco impartió durante las audiencias generales de los miércoles, desde diciembre de 2018 hasta mayo de 2019.
— Catequesis del Papa Francisco sobre la oración. Son los textos de las catequesis que el Papa Francisco impartió durante las audiencias generales de los miércoles, desde mayo de 2020 hasta junio de 2021.
— San Josemaría, Homilías El triunfo de Cristo en la humildad; La Eucaristía, misterio de fe y amor; La Ascensión del Señor a los cielos; El Gran Desconocido y Por María, hacia Jesús, en Es Cristo que pasa, 12-21, 83-94,
117-126, 127-138 y 139-149; Homilías El trato con Dios; Vida de oración y Hacia la santidad, en Amigos de Dios, 142-153, 238-257, 294-316.