Con motivo de los 150 años de la proclamación de San José como Patrono de la Iglesia por el Papa Pío IX (8 de diciembre de 1870), Su Santidad, el Papa Francisco convocó el Año de San José abarca desde el 8 de diciembre del 2020 hasta el 8 de diciembre del 2021.
San José es también Patrono de los Trabajadores. Así lo proclamó el Papa Pío XII y se celebra la memoria de San José Obrero el 1° de mayo, Día del Trabajo.
La piedad popular lo considera también Patrono de la Buena Muerte, pues habrá muerte entre los brazos de sus dos amores: Jesús y María. Así quisiéramos morir cada uno de nosotros.
El Papa Francisco escribió el pasado 8 de diciembre (2020) la carta PATRIS CORDE (“Con Corazón de Padre) Los Evangelios llaman a Jesús «el hijo de José».
Los Evangelios le dedican pocas líneas a San José:
- Fue un humilde carpintero (cf. Mt13,55),
- Con María (cf. Mt1,18; Lc1,27);
- Un «hombre justo» (Mt1,19),
- Siempre dispuesto a hacer la voluntad de Dios Manifestada en su ley (cf. Lc2,22.27.39)
- Tuvo cuatro sueños (cf. Mt1,20; 2,13.19.22) en que Dios le encarga una misión.
- Después de duro viaje de Nazaret a Belén, vio nacer al Mesías en un pesebre, porque en otro sitio «no había lugar para ellos» (Lc2,7).
- Fue testigo de la adoración de los pastores (cf. Lc2,8-20) y de los Magos (cf. Mt 2,1-12)
- Ejerció la paternidad legal de Jesús y le dio el nombre. «Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt1,21).
- En el templo, cuarenta días después del nacimiento, José, junto a la madre, presentó el Niño al Señor y escuchó sorprendido la profecía que Simeón pronunció sobre Jesús y María (cf. Lc2,22-35).
- Para proteger a Jesús de Herodes, permaneció en Egipto como extranjero (cf. Mt2,13-18).
- De regreso en su tierra, vivió de manera oculta en el pequeño pueblo de Nazaret.
- durante una peregrinación a Jerusalén, perdieron a Jesús, que tenía doce años, él y María lo buscaron angustiados y lo encontraron en el templo mientras discutía con los doctores de la ley (cf. Lc 2,41-50).
DEVOCIÓN A SAN JOSÉ
Después de María, es el santo más venerado y de quién más escribieron los Papas.
Los siete Dolores y gozos de San José:
Los siete domingos anteriores a la fiesta de San José, el 19 de marzo, los fieles devotos contemplan los dolores y gozos que resumen la vida del Santo Patriarca:
1°: El dolor de no comprender el misterio del embarazo de La Virgen, por lo que decide abandonarla en secreto. Pero el gozo de recibir en sueños el anuncio del ángel: “No temas llevar a María a tu casa, porque lo que hay en ella viene del espíritu Santo”. Será el Salvador, Tú harás las veces de padre.
2° El dolor de ver nacer al Niño en la pobreza de Belén y el gozo de escuchar en el cielo el canto de los ángeles: “Gloria a Dios en el cielo…”
3° El dolor de ver derramarse la primera sangre del Salvador en la circuncisión y el gozo de ponerle el nombre de Jesús.
4° El dolor de escuchar la profecía del anciano Simón, que dice que el niño “será señal de contradicción” y que una espada traspasará el alma de María. Pero el gozo de oír que será ocasión de resurrección para tantos.
5° El dolor de tener que huir con el Niño y María a Egipto, huyendo de Herodes, que quiere matar al Niño. El gozo cumplir la voluntad de Dios.
6° El dolor de saber que reina otro rey sanguinario, Arquelao. El gozo que ser felices en el hogar y taller de Nazaret,
7° El dolor de perder al Niño en la peregrinación a Jerusalén y del gozo de encontrarlo en el templo a los tres días.
El Papa Francisco nos lo propone como modelo especialmente en esta pandemia.
“Todos pueden encontrar en san José …un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad.
El Papa desarrolla en su carta siete pequeños apartados:
- Padre amado
- Padre en la ternura
- Padre en la Obediencia
- Padre en la acogida
- Padre en la valentía creativa
- Padre trabajador
- Padre en la sombra
Y concluye con esta breve y hermosa oración:
Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén.