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LA DIOCESIS O IGLESIA PARTICULAR

Una diócesis “es una porción del pueblo de Dios, cuyo cuidado pastoral se encomienda al Obispo con la colaboración del presbiterio, de manera que, unida a su Pastor y congregada por él en el Espíritu Santo mediante el Evangelio y la Eucaristía, constituya una Iglesia Particular, en la cual verdaderamente está presente y actúa la Iglesia de Cristo, Una, Santa, Católica y Apostólica” (CIC 369).

 

1.    LA CREACIÓN DE LA DIOCESIS DE “ABANCAY”

El 28 de abril de 1958, el Papa Pío XII, creó la Diócesis de Abancay mediante la Bula Qui Arcana: “Con Nuestra suprema autoridad apostólica establecemos y mandamos lo siguiente: De la Archidiócesis de Cuzco tomamos el íntegro territorio de la región denominada Apurímac, que comprende las provincias ciudades de Abancay, Grau, Antabamba y Aymaraes; de la diócesis de Ayacucho, por otra parte, quitamos parte de territorio que pertenece a la región de Apurímac, cual es la provincia de Andahuaylas; con este territorio tomado conjuntamente, hacemos la nueva diócesis que se ha de llamar de ABANCAY…Establecemos que la Iglesia fundada sea sufragánea de la metrópoli de Cuzco, asimismo el Obispo de la nueva Iglesia estará sometido al Arzobispo de la sede Metropolitana” (Roma, 28 de abril de 1958).

 

1.   EPISCOPOLIO

Los Obispos de esta Jurisdicción:

v  Carlos María Jurgen Byrne, C.SS.R (Arzobispo del Cusco): Administrador Apostólico (1958-1962).

v  Alcides Mendoza Castro. Primer Obispo de Abancay y Administrador Apostólico (1962-1967).

v  Enrique Pélach y Feliú: Gran Misionero de los Andes (1968-1992).

v  Juan Antonio Ugarte Pérez: Obispo Auxiliar (1983-1986).

v  Isidro Sala Ribera, Obispo de la Diócesis de Abancay (1992-2009).

v  Gilberto Gómez González, actual Obispo de Abancay (2009…).

2.    RESEÑA HISTORICA DE LA DIOCESIS DE ABANCAY

Los primeros misioneros llegaron a Apurímac a mitad del siglo XVI. Empezaron el trabajo evangelizador desde dos centros misioneros: Huamanga y Cusco, teniendo como centro estratégico a Andahuaylas.

En 1569 los misioneros agustinos penetran en las provincias Altas de Apurímac, llegando a construir la Real Monasterio de san Agustín en Cotabambas, que se convertirá en centro vital de las operaciones misioneras para otras provincias altas.

Pronto se establecieron muchas Doctrinas (=parroquias) en diferentes zonas reuniendo en poblaciones a los indios para impartir la Doctrina Cristiana. Los protagonistas primeros serán las diferentes órdenes religiosas que realizaron un encomiable labor pastoral, tales como los padres agustinos, franciscanos, dominicos, mercedarios, jesuitas, etc. Estas órdenes religiosas fundaron muchas parroquias que luego entregaron y confiaron al clero secular. De esta manera se preparó la erección de la Diócesis de Abancay.

Por Providencia de Dios, el 28 de abril de 1958, el Papa Pío XII erigió la diócesis de Abancay, segregando de la Arquidiócesis de Ayacucho la provincia de Andahuaylas y de la Arquidiócesis del Cusco, las otras provincias del Departamento de Apurímac. Actualmente la Diócesis comprende sólo cuatro provincias: Abancay, Andahuaylas, Aymaraes y Chincheros.

Al crearse, se nombró como Administrador Apostólico a Mons. Carlos María Jurgens Byrne, quien buscó un obispo auxiliar exclusivo para Abancay: Mons. Alcides Mendoza, el mismo que fue nombrado primer Obispo Residencial de Abancay el 5 de diciembre de 1962, por el Papa Juan XXIII. A él se debe la presencia de algunas congregaciones: las religiosas de la Divina Providencia; la Orden de las Carmelitas Descalzas; la Congregación de las Misioneras de la Madre Laura; las religiosas de San José de Cluny. Asimismo trabajó con los sacerdotes de la Compañía de Jesús, los padres Mercedarios, y acogió a los padres de la Sociedad Misionera del Santiago Apóstol.

El 14 de julio de 1968, en Cañete, fue consagrado el segundo Obispo de Abancay, Mons. Enrique Pélach y Feliú, quien tomó posesión de su sede episcopal, el 21 de julio del 1968. Desde entonces la promoción de vocaciones sacerdotales y religiosas fue una prioridad pastoral. En ese sentido, alentado por San Josemaría Escrivá y con el apoyo incondicional de los sacerdotes y religiosas, crea el Seminario Mayor “Nuestra Señora de Cocharcas” y el Seminario Menor “San Francisco Solano”.

Monseñor Enrique, llevó la Palabra de Dios a sus feligreses, realizando una profunda labor catequética. Impulsó varias publicaciones de formación cristiana y dirigió traducciones del Nuevo Testamento en español y Quechua, así como catecismos, cartas pastorales, etc.

La promoción social de Mons. Enrique es también abundante: postas médicas, centros de promoción de la mujer, hogares para niños y niñas pobres, comedores populares, la Cáritas diocesana, casas parroquiales y cerca de 80 templos, con la consiguiente recuperación de la religiosidad popular.

De esta manera, Mons. Enrique se convirtió en un gran misionero de los Andes. Con la ayuda de sus dos auxiliares: Mons. Juan Antonio Ugarte Pérez (1983-1986) y Mons. Isidro Sala Ribera (1986-1992). Para ello contó con la colaboración de sacerdotes diocesanos de OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal a Hispano-América) y con los sacerdotes misioneros de Santiago Apóstol, realizando una obra evangelizadora y una promoción social cuya envergadura, la historia lo sabrá evidenciar.

Actualmente más de un centenar de sacerdotes trabajan en muchas jurisdicciones del Perú y en el extranjero. El 90% del clero de la diócesis es autóctono y paulatinamente ha ido reemplazando el trabajo pastoral de los sacerdotes misioneros.

Desde el 01 de diciembre de 1992, el tercer Obispo de la Diócesis, Mons. Isidro Sala Ribera,ha realizado una amplia labor pastoral, secundando las iniciativas de su antecesor. Además,crea nuevas parroquias e invitaotras congregaciones religiosas a instalarse en la diócesis: Madres Canonesas de la Cruz, Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, Misioneras Hijas del Corazón de María, Madres Adoratrices de Badajoz (España) y, finalmente el 27 de octubre del 2006 son fundadas las Hijas de la Divina Providencia.

Monseñor Isidro Sala impulsatambién nuevos eventos eclesiales: Congresos Misioneros, Marianos y Eucarísticos, brindando nuevo dinamismo a la pastoral ordinaria. Desde el año 2002 cuenta con Mons. Gilberto Gómez González, entonces Obispo Auxiliar de Abancay.

También los movimientos de laicos han jugado un papel importante. Actualmente,la Diócesis de Abancay tiene una riqueza histórica y espiritual, gracias a la preocupación de sus pastores, pues hay mayor incremento de la vida cristiana y mejor compromiso con la Iglesia y el mundo, por parte de los laicos.

 

CRONOLOGIA DE LA DIOCESIS