La danza de los Negrillos
La danza de los negrillos se ha venido interpretando tradicionalmente por los habitantes de los pueblos y las comunidades quechuas de la provincia de Andahuaylas y Chincheros, desde la época de Taki-ongoy y recientemente por poblaciones de las zonas urbanas del país. Su origen aún permanece en misterio en la cuenca del río Chicha, aunque ha sufrido una evolución fuerte durante la Independencia del Perú y en los años de guerra con Chile.
Esta danza ritual (Adoración al Niño Dios) reviste la forma comunitaria de celebrar la navidad. Se baila sólo durante el tiempo de navidad, aunque en el Valle de Chumbao se prolonga hasta el Niño Jesús de Praga, como agradecimiento por los primeros frutos de la tierra. La danza de los negrillos debe su nombre a los personajes que se pintaban de negro para representar a los hacendados y militares. La danza se ejecuta en cuadrillas y cada una de ellas – guiados por un tambor, un bombo y un violinista– representan el gozo del pueblo durante estos días de fiesta.
Por su presencia importante durante las fiestas de Navidad ha sido declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.