Fiestra del niño de reyes, patrimonio cultural

El centro de este evento está el Niño de Reyes, una imagen que, según la tradición, viene presidiendo esta festividad desde siglo XIX.

Desde entonces, el  Niño de Reyes es venerado por los católicos del distrito y sus aledaños. En 1890 esta fiesta alcanzó notoriedad, por el fomento de cargo de la familia Beingolea.

La celebración del Niño de Reyes es de gran magnitud y esplendor y se realiza con la presencia de danzarines navideños: baile de negrillos, huaylías, corcovas, incachas, ukumaris, loachas, etc.

Tres son los momentos importantes: la Entrada, que se realiza el 5 de enero; el Día Central, el 6 de enero; y el Mallki, el 7 de enero.

El "Día Grande" como se denomina al 6 de enero, la fiesta empieza con la Celebración de la Santa Misa, con presencia de autoridades civiles y eclesiásticas; posteriormente con la Procesión por la plaza de la ciudad hasta que la imagen es dejada nuevamente en el templo parroquial.

Tal es la importancia de esta fiesta al “Niño de Reyes” que ha llegado a ser el símbolo de la religiosidad popular del distrito de San Jerónimo. A lo largo de su historia ha reunido elementos folklóricos propios de la región Chanca. Por ello ha sido declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.