PEQUEÑO VIACRUCIS

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PRIMERA ESTACIÓN:
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
cristo

"¿A quién queréis que os suelte?"  

-se esfuerza Pilatos.
Apaños, componendas, medias tintas,
moderación y no estridencias,
"democracia" entre comillas.
Sondeo de opinión:
¿Jesús o el bandido?
Vayamos a los votos,
debemos respetar la mayoría...
Pilatos se lava las manos
en el agua que no limpia.
Hoy como ayer:
en la Patria, en la Iglesia,
en tu vida y en la mía...
Era flojo. No era malo
¡lástima de Pilatos!
El ambiente le podía.
Me dolió más su flojera
que todos los latigazos.
(los verdugos, al menos,
cumplían lo mandado...
.......................................
Sufro tanto cada vez que eres cobarde,
cada vez que me condenan
y te lavas tú las manos.
Cada vez que Tú mismo me condenas
- "sin querer queriendo-
por no complicarte.
Cada vez que el ambiente te gana,
cada vez que eres cobarde
como Pilato.


II
SEGUNDA ESTACIÓN:
JESÚS CARGA CON LA CRUZ

Abracé con amor aquel madero
porque mi cruz son todos los pecados:
los de Barrabás, los de Pilatos,
los de Judas, el apóstol,
y los tuyos,
los de todos tus amigos,
los de todas tus amigas...
Por eso, cada vez que confiesas tu pecado,
o consigues que alguien se confiese de los suyos,
entonces esta cruz me pesa menos.
Por eso, cada vez que te veo a mi lado
con tu cruz pequeña al hombro,
cada día,
entonces ¡qué ligera haces la mía!

III
TERECERA ESTACIÓN:
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

Caí por vez primera.
Me fue imposible mantener el paso.
La cruz hiende, aplasta.
Tú bien sabes por qué me pesa tanto.
Desde el suelo te vi también caer a ti
bajo tu cruz pequeña...
Eres débil. Lo sé. Yo te comprendo.
Demasiado joven, dices. No,
lo suficientemente joven,
lo suficiente fuerte
para que te levantes conmigo
y sigamos el camino.

IV
CUARTA ESTACIÓN
JESÚS ENCUENTRA A SU SANTÍSIMA MADRE

Mi Madre, la tuya.
¡Qué sorpresas depara este camino!
Doloroso, amargo y empinado,
aburrido nunca.
¿Ves?
La Madre está siempre después de mi caída.
La Madre está siempre detrás de tus caídas.
Me abrazo a ella
igual que cuando niño.
Ven: abrázala tú también conmigo.
.......................
Así los tres, no habrá camino largo,
Así los tres, no habrá ya cruz pesada,
Madre mía del Camino.

V
QUINTA ESTACIÓN:
SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
"Un tal Simón de Cirene
Que venía del campo"
Mi cansancio no me impidió que viera el suyo.
Un tal Simón de Cirene, un hombre honrado.
Lo vi pasar de lejos muchas tardes...
Le obligaron a llevar mi cruz
y la llevó, primero a disgusto,
y luego, poco a poco, resignado;
con amor más tarde.
Así me ayudas Tú. ¡Cómo agradezco!
No importa esa desgana del comienzo,
si al fin me ayudas
a cargar con mi cruz todos los días.
Yo sabré convertir en amor ese servicio,
Cirineo.
VI
SEXTA ESTACIÓN:
LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

La Verónica:
sólo un pequeño detalle,
Pero ¡cuánto me ha aliviado!
La sangre de mi herida,
el sudor, los salivazos,
lo mucho que he llorado
abrasaba mi rostro,
Me escocía la cara...
La Verónica con su lienzo
blanco como su alma.
..................................
En verdad te digo:
Dondequiera prediquen el Evangelio
se guardará su memoria.
¡Qué importancia tiene lo poco
cuando es mucho lo que se ama!

VII
SÉPTIMA ESTACIÓN:
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

Otra vez al suelo.
Yo no sé si es la flaqueza de mi cuerpo
o si es esta amargura...
Los soldados me empujan. Uno más
de los ladrones. Ellos no comprenden.
En cambio, la muchedumbre...
Yo los vi como ovejas sin pastor
y se hartaron de peces y de pan
en descampado.
Me trajeron sus enfermos,
se los devolví curados.
Ellos me apretujaban por todas partes.
Hoy no osarían tocarme.
-¡tanto es el respeto humano!-
Se ríen se burlan.
Les doy asco.
Otra vez por tierra,
y es preciso levantarse.

VIII
OCTAVA ESTACIÓN:
JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN

"Hijas de Jerusalén,
No lloréis por mí.
Llorad por vosotras, por vuestros hijos".

No es la hora del fácil sentimiento.
No es la hora de las lágrimas estériles.
Es la hora de llorar, sí.
-Los hombres también lloran, hijos míos.
Es tiempo de llorar con desagravio
por tus miserias
y las miserias de los tuyos
y las miserias de los otros.
Sea tu llanto lágrima y propósito,
lágrima fecunda
que riegue la aridez de tus raíces
"porque si al leño verde así lo tratan,
del seco ¿qué se hará?

IX
NOVENA ESTACIÓN:
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

No puedo.
Faltan pocos metros
pero no puedo.
"Cual cordero llevado al matadero"
Son todos contra mí. Oigo
apenas el suspiro de los buenos,
el llanto contenido de la Madre
y el discípulo amado.
Adivino que tú sigues también de cerca
-o tal vez de lejos-
¿Quién podrá levantarme?
Necesito pronto beber el cáliz
Y me fallan las fuerzas....
"A sus ángeles ha dado órdenes
para que no tropiece tu pie...."
Padre mío, ¿en dónde te escondes?
¿en dónde?

X
DÉCIMA ESTACIÓN:
DESPOJAN A JESÚS DE SUS VESTIDURAS

"De los pies a la cabeza
No hay en mí nada sano:
Heridas, hinchazones, llagas sucias...
Han arrancado mis ropas
y han echado a suertes mi túnica"...
........................................
No les sonroja ver mis carnes puras.
¿Quién puede echarme en cara algún pecado?
Desnudo en Belén,
desnudo en la cruz.
Es la misma e idéntica pureza.
Entonces, los pañales amorosos
de la Madre.
Ahora se juegan a los dados
el manto sin costura
que ella me tejió con tanto esmero.
Amigo, ¿puedes verme?
Heme aquí del todo desprendido.
"Si quieres ser mi discípulo
-¿recuerdas? Ve y vende cuanto tienes
... y sígueme".

XI
UNDÉCIMA ESTACIÓN:
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

Han clavado las manos creadoras
que amasaron al hombre en el principio,
que hicieron lodo para dar la vista,
y acariciaron a los niños...Manos,
las que tomaron pan y lo partieron
y entregaron su Cuerpo por comida.
Han taladrado los pies
que dieron tu presencia a los caminos.
Han clavado los pies cuyas sandalias
ni llevar osó el Bautista. Plantas puras
que buscaron la oveja descarriada
y regó con sus lágrimas la adúltera.
Señor, ¡qué pocos clavos se precisan
para dejar inmóvil lo infinito
y fundir la inocencia con la culpa!
¡qué pocos clavos bastan
para hacer de mi vida un crucifijo!

XII
DUODÉCIMA ESTACIÓN:
JESÚS MUERE EN LA CRUZ

"Todo está cumplido"
No falta una palabra ni una tilde.
Apenas restan gotas
Para teñir la lanza del soldado.
Tomarán mi testamento
el Discípulo y la Madre.
"En tus manos entrego mi alma"
Se hace un gran silencio
cuando muere la Palabra.
"Las tinieblas cubren la tierra"
porque Tú eres la Luz, y hoy se apaga....
Silencio y tiniebla.
Confiesa el centurión como un notario.
Suenan los golpes de pecho
y corren las lágrimas.

XIII
DECIMOTERCERA ESTACIÓN:
JESÚS BAJADO DE LA CRUZ EN BRAZOS DE SU MADRE

"Hecho un gusano y no un hombre"
Así me han vuelto a tus brazos
Que me llevaron de pequeño.
El regazo que fue trono en Belén
hoy vuelve a serlo.
Palpas la herida de la lanza
en el costado muerto
y palpo yo la espada
atravesada en el tuyo
que vive a pesar de todo,
Madre mía del silencio.

XIV
DECIMOCUARTA ESTACIÓN:
JESÚS ES SEPULTADO

"Donde nadie fue enterrado
todavía",
en el huerto de José,
-de un amigo-
Es preciso que se cumpla la Escritura:
Como estuvo Jonás tres días
en el vientre de la ballena,
así yo en el seno de la tierra.
La tierra que salió de tus manos
y yo saldré de ella.
Yo seré el fruto nuevo
que jamás ha brotado de su entraña.
"En verdad os digo
que si el grano de trigo no muere,
no da fruto.